miércoles, 27 de octubre de 2010
Las Guerras Púnicas fueron una serie de tres guerras que enfrentaron entre los años 264 a. C. y 146 a. C. las dos principales potencias del Mediterráneo de la época: Roma y Cartago1 Reciben su nombre del etnónimo latino Pūnicī nombre usado por los romanos para los cartagineses y sus ancestros fenicios (de la formas más antiguas Poenicī < Poinicoi). Por su parte los cartagineses llamaron a estos conflictos "guerras romanas".2 Conflicto que se debió de gran manera a la anexión por parte de Roma, a la Magna Grecia, de tal manera surgieron conflictos sumamente graves entre ambas potencias. Aunque los romanos lograron crear grandes tropas; sobre todo navales, no le aseguraron el poderío y el control en las Guerras llevándolos a caer en la confianza. La causa principal del enfrentamiento entre ambas fue el conflicto de intereses entre las existentes colonias de Cartago y la expansión de la República de Roma.3 El primer choque se produjo en Sicilia, parte de la cual se encontraba bajo control cartaginés. Al principio de la Primera Guerra Púnica, Cartago era el poder dominante en el Mar Mediterráneo, controlando un extenso imperio marítimo, mientras que Roma era el poder emergente en Italia. Al final de la Tercera Guerra Púnica, tras la muerte de centenares de miles de soldados en ambos bandos, Roma conquistó todas las posesiones cartaginesas y arrasó la ciudad de Cartago, con lo que la facción cartaginesa desapareció de la historia. La victoriosa Roma emergió como el estado más poderoso del Mediterráneo occidental. Sumado al fin de las Guerras Macedónicas4 y la derrota del Emperador Seléucida Antíoco III Megas en la Guerra Romano-Siria5 en el Mediterráneo oriental, Roma quedó como el poder dominante en el Mediterráneo, y la más poderosa ciudad del mundo clásico. La derrota aplastante de Cartago supuso un punto de inflexión que provocó que el conocimiento de las antiguas civilizaciones mediterráneas pasara al mundo moderno a través de Europa en lugar de África.
martes, 19 de octubre de 2010
La civilización maya habitó una vasta región denominada Mesoamérica, en el territorio hoy comprendido por cinco estados del sureste de México que son, Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Tabasco y Yucatán; y en América Central, en los territorios actuales de Belice, Guatemala, Honduras y El Salvador, con una historia de aproximadamente 3.000 años.
Durante ese largo tiempo, en ese territorio se hablaron cientos de dialectos que generan hoy cerca de 44 lenguas mayas diferentes. Hablar de los "antiguos mayas" es referirse a la historia de una de las culturas mesoamericanas precolombinas más importantes, pues su legado científico y astronómico es mundial. Contrariamente a una creencia muy generalizada, la civilización maya nunca "desapareció". Por lo menos, no por completo, pues sus descendientes aún viven en la región y muchos de ellos hablan alguno de los idiomas de la familia mayense.
La literatura maya ilustra la vida de esta cultura. Obras como el Rabinal Achí, el Popol Vuh, los diversos libros del Chilam Balam, son muestra de ello. Lo que sí fue destruido con la conquista es el modelo de civilización que hasta la llegada de los primeros españoles, había generado tres milenios de historia.
La Conquista española de los pueblos mayas se consumó hasta 1697, con la toma de Tayasal, capital de los mayas Itzá y Zacpetén, capital de los mayas Ko'woj en el Petén (actual Guatemala). El último estado maya desapareció cuando el gobierno mexicano de Porfirio Díaz ocupó en 1901 su capital, Chan Santa Cruz, dando así fin a la denominada Guerra de Castas.
Los mayas hicieron grandes e impresionantes construcciones desde el Preclásico medio y grandes ciudades como Nakbé, El Mirador, San Bartolo, Cival, localizadas en la Cuenca del Mirador, en el norte del Petén, y durante el Clásico, las conocidas ciudades de Tikal, Quiriguá, (ambas las primeras en ser declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, en 1979 y 1981 respectivamente) Palenque, Copán, Río Azul, Calakmul, Comalcalco (construida de ladrillo cocido), así como Ceibal, Cancuén, Machaquilá, Dos Pilas, Uaxactún, Altún Ha, Piedras Negras y muchos otros sitios en el área. Se puede clasificar como un imperio, pero no se sabe si al momento de colonizar impusieron su cultura o si fue un fruto de su organización en ciudades-estado independientes cuya base eran la agricultura y el comercio. Los monumentos más notables son las pirámides que construyeron en sus centros religiosos, junto a los palacios de sus gobernantes y los palacios, lugares de gobierno y residencia de los nobles, siendo el mayor encontrado hasta ahora el de Cancuén, en el sur del Petén, muchas de cuyas estructuras estaban decoradas con pinturas murales y adornos de estuco. Otros restos arqueológicos importantes incluyen las losas de piedra tallada usualmente llamadas estelas (los mayas las llamaban Tetún, o “tres piedras”), que describen a los gobernantes junto a textos logográficos que describen sus genealogías, victorias militares, y otros logros. La cerámica maya está catalogada como de las más variadas, finas y elaboradas del mundo antiguo.
Los mayas participaban en el comercio a larga distancia en Mesoamérica, y posiblemente más allá. Entre los bienes de comercio estaban el jade, el cacao, el maíz, la sal y la obsidiana.
ión
El Estado mexica (en náhuat: ēxcān tlahtolōyān), llamado comúnmente Imperio azteca, fue la formación política mexica derivada del proceso de expansión territorial del dominio económico de la ciudad-estado México-Tenochtitlan, que floreció en el siglo XIV en Mesoamérica Fue encabezado por los mexicas —también conocidos como aztecas—, un pueblo que, de acuerdo con algunos documentos históricos como la Tira de la Peregrinación, era originario de un sitio mítico conocido como Aztlán, al que se suele ubicar fuera de los confines de Mesoamérica. Sin embargo, parece plausible que los mexicas fueran un pueblo de tradición cultural netamente mesoamericana y no los descendientes de grupos chichimecas dedicados a la cacería y la
:Los mexicas y sus aliados establecieron su dominio económico sobre numerosos pueblos, especialmente en el centro de México, la región de Guerrero y la costa del golfo de México, así como algunas zonas de Oaxaca. Poseían además enclaves en varias posiciones estratégicas en la región de Tabasco (Xicalanco) y dominaban la ruta entre el corazón de Mesoamérica y la rica región del Xoconochco —ubicada en el sur del actual Estado mexicano de Chiapas— que era regida directamente por los mexicas.
Los mexicas expandieron su control económico -mediante tributación- hacia una región amplia del actual centro de México, con excepciones importantes de control político en altépetl disidentes o fronterizos. Formalmente, se trataba de un conjunto de dominios inicialmente regidos de los tres estados integrantes de la Triple Alianza —Texcoco, Tlacopan y México-Tenochtitlan—, aunque es verdad que los mexicas de Tenochtitlan encabezaron esta confederación y fueron el estado más expansionista de los tres mencionados. Por otra parte, los mexicas nunca establecieron un dominio directo sobre los pueblos conquistados.
Exactamente, la élite gobernante de la Triple Alianza se apropiaba de la producción de las otras naciones mesoamericanas mediante la imposición de un tributo, que era fijado de acuerdo con la especialización económica y geográfica de los dominados y recolectado por un calpixque, o recaudador. Los dominadores no impusieron su religión ni su lengua a los dominados. Aunque es cierto que los estados sometidos no tenían independencia política total, seguían gobernados por grupos locales. Sólo en algunos casos, los mexicas establecieron un control militar en ciertos puntos estratégicos de sus dominios.
Agricultura
Se estima que los incas cultivaron cerca de setenta especies vegetales, entre ellas, papas camotes, maíz, ajíes, algodón, tomate, maní, coca y quinua. Las principales técnicas agrícolas, en cuanto a la disposición de tierras fueron:
- Andenes o terrazas, para evitar la erosión y aprovechar las laderas y cerros.
- Waru waru, técnica heredada de sus hermanos del altiplano, en la que se araban surcos alrededor de los cultivos y se les llenaba de agua para crear un microclima más estable que el ambiente.
- Pozas secas que se llenaban en época de lluvias. Era muy empleado en la costa. Se les llamaba simplemente lagunas (quchakuna).
También se resalta su técnica de mejoramiento de especies, supieron la mayor influencia de la temperatura del suelo que el del aire sobre las plantas, como lo atestigua el laboratorio de Moray.
La ganadería, en cambio, fue menos favorecida. Esto se debió a la escasa fauna andina. Utilizaron llamas como bestias de carga y alpacas como fuente de alimentos y vestimenta. La vicuña fue también muy apreciada. Se crió también el cuy, hasta hoy uno de los principales potajes de la gastronomía andina.
Medicina
La medicina que se practicó en el incanato, estaba íntimamente ligada a la magia y la religión. Todas las enfermedades se suponían provocadas por el desprendimiento del espíritu del cuerpo, a causa de un maleficio, un susto o un pecado. Los curanderos incaicos, llegaron a realizar intervenciones quirúrgicas, como trepanaciones, con el propósito de eliminar fragmentos de huesos o armas, que quedaban incrustadas en el cráneo, luego de accidentes o enfrentamientos bélicos. Uno de los instrumentos utilizados en la cirugía inca, fue el "Tumi" o cuchillo de metal en forma de "T". Como anestesia se usaba la coca y la chicha en grandes cantidades y se sabe que también conocieron el uso de vendas.
] Arte
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Este arte inca, se pueden dividir en dos tipos de alfarería, la utilitaria y la ceremonial. La cerámica ceremonial era enterrada con los difuntos, llenos de alimentos o bebidas que servirían a los muertos en su camino hacia el otro mundo. Cuando llegaron los españoles, la alfarería inca perdió su función mágica y ceremonial y se volvió utilitaria.
Pintura
La pintura como expresión estética se manifestó en murales y mantos. Bonavía señala la diferencia entre paredes pintadas de uno o varios colores y los murales con diseños o motivos representando escenas diversas.
Los murales pintados se aplicaban sobre paredes enlucidas con barro empleando pintura al temple, técnica diferente a la utilizada para las pinturas rupestres. Hacia el Horizonte Temprano, la pintura era aplicada directamente sobre la pared enlucida, mientras que durante el Período Intermedio Temprano' se cubría el muro enlucido con pintura blanca para luego aplicarle el dibujo deseado. Otro medio usado en la misma época consistía en trazar motivos incisos sobre el barro húmedo para luego rellenarlo con pintura.
En la época moche se usó pinturas murales y de alto relieve de barro como los descubiertos en la Huaca de la Luna y en la Huaca del Brujo, en Chicama.
La técnica y el uso de mantos pintados sobre telas de algodón llano era costumbre de toda la costa, con mayor énfasis en el norte. Todavía por los años de 1570 a 1577 existían artistas especializados en el arte de pintar mantos que ejercían su oficio trasladándose de un lugar u otro. En aquel tiempo estos artesanos pedían licencia ante el oidor para usar de su arte e ir libremente por los valles sin ser estorbados.
En los museos y colecciones privadas se pueden apreciar estos mantos, empleados quizá para cubrir paredes desnudas o servir de vestimenta a los señores importantes.
Otro renglón dentro del arte pictórico fue la realización de una suerte de mapas pintados que representaban un lugar o una región. El cronista Betanzos cuenta que después de la derrota de los chancas infligida por el príncipe Cusi Yupanqui, los dignatarios cusqueños se presentaron ante él para ofrecerle la borla y lo encontraron pintando los cambios que pensaba introducir en el Cusco.
Esta noticia no sería suficiente para confirmar tal práctica si no fuese apoyada por otra referencia la afirmación en el juicio sostenido por las etnias de Canta y de Chaclla en 1558 - 1570. Uno de los litigantes presentó allí ante la Real Audiencia de los Reyes los dibujos de su valle indicando sus reclamos territoriales, mientras los segundos exhibieron una maqueta de barro de todo el valle. Sarmiento de Gamboa decía que al conquistar un valle se hacía una maqueta y se le presentaba al Inca, quién delante de los encargados de ejecutar los cambios se informaba de sus deseos de todo tipo.
Arquitectura
Arquitectura incaica
Los ejemplos más típicos de la arquitectura incaica se encuentran en la ciudad que fue su capital, Cuzco, que estaba protegida por Sacsayhuamán o fortaleza rodeada de tres murallas en zig zag, formadas por bloques ciclópeos, que se conserva todavía en muy buen estado. Otras fortalezas importantes fueron las de Písac y Machu Picchu, que son, junto con Cuzco, los principales centros arqueológicos de la cultura inca. Machu Picchu, el más imponente asentamiento urbano del Imperio inca, cuyo nombre significa "cerro viejo", está enclavado en los Andes, a 2.045 metros sobre el nivel del mar extendiéndose por sus cuatro cerros; fue descubierto en 1910. Entre los templos más importantes que se conservan de esta civilización, cabe citar la de la Casa del Sol en la isla del lago Titicaca; el templo del Sol en Cuzco; y el templo de las Tres Ventanas en Machu Picchu. En cuanto a los palacios, se destaca el de las Ñustas, también localizado en Machu Picchu.
También es representativa de la arquitectura inca el compejo de Tambo Colorado en Pisco y el sector Inca de la Huaca "La Centinela" centro administrativo de los chinchas en Chincha, ambas en departamento de Ica
Había una gran variedad de metalurgia inca. Se habla de toneladas de trabajos en oro y plata sin embargo, fueron fundidos para ser transportados o usados por los conquistadores españoles. A Pizarro se le debe la falta de artículos de origen inca.Con gran maestría trabajaron el oro, la plata y el cobre.
Magastapía es un templo todavía en condiciones insipirado en José Luis Junnior Dominguez Chavéz, Chamán del Hogar Naval.
Textil
Sin embargo, el arte textil inca no llegó a la belleza de la Cultura Nazca. Los Incas conocieron los telares verticales y horizontales con los que crearon variados tejidos de lana y algodón y como una forma de escritura, se representaban escenas de la vida cotidiana.
También crearon tejidos decorados con plumas de colores vivos, de los que se conservan bastantes muestras en el ajuar de sus momias. Mayormente utilizaban lana de alpaca para la ropa del inca y de su familia bordado con hilos de oro.